lunes, 20 de agosto de 2012

Introspección




Sin ninguna duda este verano está siendo un verano de cambios bastante importantes en mi vida, y lo que más me gusta, es que durante estos días tengo firme intención y voluntad de volver a rehacerme a mí mismo, no digo que esté mal, pero si que podría estar mejor.

Estoy leyendo cosas nuevas, estoy buscando ese pequeño "algo" que me falta, lo sé, estoy muy cerca de encontrarlo, y creo que estoy cerca de cambiar ciertos aspectos de mi vida que de alguna manera fallan.

Pero como siempre os digo, esta vida es un continuo cambio, pues dejas de cambiar cuándo mueres, y si mueres en vida, poco más hay que hacer.

Os dejo una bella estampa, la del juicio o la del cambio, es una carta del Tarot Rider Waite, y expresa ese firme deseo de cambiar, deseo que debes de tener tú mismo también.

Una cura de humildad siempre nos viene bien, y más a mí, que los que me conocéis ya sabéis que hay ciertas palabras que no tolero y que no admito, pero por otra parte todos necesitamos ese cambio importante en nuestra vida, ese cambio que nos transforme y que nos lleve de ser simples orugas a bellas mariposas, y estoy curándome, y veo que cada día siempre puede ser mejor que el anterior, porque así debes de creerlo y de sentirlo, tú tanto como yo.

Creo que voy encontrando el camino, pero para ir a un sitio nuevo o encontrar ese camino siempre tenemos que dejar otras cosas, no es malo dejarlas, pero si las dejas es porque no te han servido absolutamente para nada.

Y siempre recuerda lo que le digo a todo el mundo, que en esta vida, uno debe de creer en sí mismo, si tú no crees en ti, nadie lo hará, sé un sol que ilumine tu vida, aunque hayan pequeñas sombras, porque esas pequeñas sombras no pueden apagar el sol que ilumina e irradia todo lo que haces.

Os recomiendo un libro con una lectura fácil y muy comprensible, su nombre "Déjame que te cuente" de Jorge Bucay, me siento como Demián, porque el Gordo siempre tiene una buena palabra que hace que mi vida brille con luz propia.

Disfruten de lo que queda de vacaciones.

miércoles, 1 de agosto de 2012

De máscaras anda la entrada



La Lucha Libre de siempre me ha gustado, desde niño ya disfrutaba de Macho Man, del Enterrador o de Hulk Hogan, y se convirtieron para mí en grandes héroes, lo que no sabía hasta hace unos cuántos años es que la Lucha Libre en México es algo más que un deporte - espectáculo, se ha convertido en parte de la tradición del país, tanto que los luchadores son idolatrados, como aquí podrían serlo Iniesta, Ronaldo o Messi.

Uno de esos luchadores me llamó la atención, era Fray Tormenta, este sacerdote, se metió a luchador para sufragar las deudas que ocasionaba su orfanato que a día de hoy todavía regenta, para mí es un ejemplo de como alguien para proteger a los que quiere se enfunda una máscara y se pone a repartir tortas a diestro y siniestro.

La gran mayoría de luchadores suelen portar máscaras, la razón se encuentra en la mitología de la cultura azteca, aunque otros no llevan, para un luchador perder la máscara, es perder por así decirlo todo lo que tiene, perder la máscara es revelar quién es y sobre todo volver a empezar de cero o en su defecto luchar sin máscara.

Los luchadores se dividen entre Rudos y Técnicos, los Rudos serían por así decirlo los malos, los que no juegan limpio y los Técnicos, los buenos, y a los que la gente más admira.

Y por que todo el rollo de la máscara ?

La razón es sencilla, todos en nuestra vida portamos una máscara, como todos estos luchadores, una máscara social que todos necesitamos llevar, la razón es obvia, quitártela te dejaría indefenso frente a la gente, y a todos no nos gusta que nos conozcan como realmente somos, porque eso, sólo lo reservamos para la gente que realmente nos importa, porque necesitamos que en nuestra vida privada, nosotros seamos de esa manera para la gente que realmente queremos y amamos.

Quitarse la máscara es duro, y más cuándo decides entregársela a alguien, pero bueno, así es la vida del luchador no ? los golpes duelen, pero tú aguantas, porque la vida está hecha para aguantar los golpes, porque una caída duele, pero hay que saber recibirlas, y sobre todo avanzar y levantarse para golpear más fuerte, para que cuándo alguien te haga La Mística, no te rindas, para que cuándo alguien te haga una torcedura de brazo tú sigas para aferrarte a la cuerda que es tu salvación.

¿Curioso símil el de la Lucha Libre con la vida real no ? Yo realmente pienso que cuándo entregas tu máscara y todo te da absolutamente igual, ganas, porque eres tú y seguirás siendo siempre tú, recuerda lo que te dije en la entrada anterior, eres el más grande y el más fuerte, para que te hace falta esconder tu rostro ? las cosas siempre mejor decirlas a la cara, sin esconderse, y sobre todo diciendo la verdad, que es probablemente lo más bonito que le puedes decir a una persona.

Sean felices, hasta que nos volvamos a leer.