jueves, 16 de octubre de 2014

Despedidas




No me gustan las despedidas ... que le voy a hacer ... y no me gustan por la sencilla razón de que dejamos siempre atrás a alguien o algo.

Tal vez esta entrada tuvo que hacerse hace tiempo, pero siempre he pensado que las despedidas han de hacerse con posterioridad, para saber que perdemos o para saber que ganamos.

Y es que Pedro (nuestro Guirao) se nos ha largado a EEUU, el país de las libertades y demás. Se ha ido sin hacer prácticamente ruido, sabíamos que ese día llegaría y al final llegó, en Julio empacó sus cosas y movido por sus conocimientos se instaló allí.

Cuando un amigo se va dicen que da pena, yo considero que un amigo se va para volver, y que no hemos de sentir pena, sino todo lo contrario, una alegría inmensa, puesto que esa persona se va con ganas de hacer de su vida algo grande, y eso en el fondo es atractivo y especial, labrarse un camino cuesta y creo que más en un idioma que no es el tuyo y con una gente que no tiene tus mismas costumbres y tradiciones.

Se echa de menos a Pedro, las noches siguen siendo golfas, pero no se escucha eso de #poetadelocotidiano #electrolatino y otras cosas que nos siguen haciendo gracia, aunque nos encontremos a miles de kilómetros de distancia. Por lo menos los que aquí estamos no lo hemos olvidado y siempre decimos, joder con Pedro, que bien se lo está pasando allí.

Estoy seguro de que Pedro tendrá allí un gran éxito, tiene una gran cabeza y en el fondo es un tío muy preparado, vendrá con un nivel de inglés de la ostia y también con experiencias nuevas, con conocimientos nuevos y con amistades nuevas.

Las amistades viejas siempre estamos aquí, ésas no nos movemos, porque somos conscientes de que cuando algo nos une es muy difícil romperlo.

Disfruta de tu estancia en EEUU, un fuerte abrazo

domingo, 27 de julio de 2014

Cañitas y tapitas






Durante mi etapa en el CEU hice una pandilla de amigos que yo considero inmortal, nuestra pequeña pandi de Tapitas y cañitas, hoy con todo mi corazón os dedico esta pequeña entrada que espero que os emocione tanto como a mí.

Todavía recuerdo como fue aquel día, estábamos esperando en clase de Derecho Procesal cuándo Reyes no apareció, todavía no recuerdo los motivos que le llevaron a escaquearse de aquella clase pero decidimos todos los que estábamos en clase (Jose, Ainhoa, Álvaro, Carlos, Marián, Patricia, Marián y yo) irnos a tomar algo para aliviar nuestras penas de ir a una clase para que luego no se diese. También se unieron por el camino Irene y Ricardo.

Después de ese aperitivo, forjamos un grupo de Whatsapp que se llamó Cañitas y Tapitas, tal vez fue una de las mejores ideas de Ricardo.

Ese primer año fuimos uniéndonos y formamos una gran familia que hasta día de hoy todavía seguimos manteniendo y por mi parte, yo los considero como tal siempre, que bonito resulta reunirse y charlar con ellos, los considero como algo muy especial de mi vida, como una rama de mi familia desperdigada por Elche, Alicante y Novelda.

Lo que más me gustaba es que cuando estábamos en el CEU nos ayudábamos, rescato una frase de una antigua entrada:

"El éxito de todos era el éxito propio".

Para mí estas personas significan muchísimo y os diré los motivos:

Ricardo: Siempre tiene una sonrisa para alguien, anima a la gente a la que se encuentra y probablemente tenga un carisma tan arrebatador que creo que deberían de cambiar la palabra carisma por la palabra Ricardo, ha sido una suerte haberte conocido desde el primer momento que pisé la Universidad, eres un fuera de serie.

Marián: ¡Qué decir! En ella encontré a una confidente, amiga y compañera. Espero que no cambies, siempre has tenido una palabra de ánimo en momentos duros y difíciles, no me olvidaré nunca de ti.

Irene: Una de las chicas más pasionales y especiales que he conocido en mi vida, sé de sobra que lo que quieras lo conseguirás, te mereces que te pasen cosas buenas. Muchas gracias por haberme escuchado en los momentos en los que necesitaba un buen consejo, no los olvidaré nunca, porque me ayudaron a mejorar como persona y como ser humano.

Jose: Aunque no venía mucho a clase, cuándo venía la revolucionaba, compañero de juergas inseparables, casi siempre traía consigo a Lourdes, su chica, una tía muy encantadora. En Jose hemos encontrado un humor muy mordaz, espero que nunca cambies.

Carlos: De él sólo puedo decir que cuándo estuve en Punta Cana pasó de ser amigo a ser una de las personas que más he valorado y apreciado, ( lo que se dice algo más vamos). Lo considero un ejemplo a seguir, me ha demostrado muchas cosas buenas durante este tiempo que lo he conocido. Sé que te irá bien querido compañero, eres un tío con una determinación brillante.

Poco más os puedo decir, lo único, os deseo un futuro brillante, aunque sé de sobra que lo tendréis. Hoy me despediré con unas palabras de mi querido Miguel Hernández:

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.

PD: Esta entrada va dedicada a Carlos y a Irene, ellos saben el porqué, me alegro muchísimo por vosotros.

lunes, 21 de julio de 2014

Terminando lo empezado




Terminaba mi etapa en Murcia o por lo menos yo así lo percibía, en Julio del año 2011 ya estaba convencido de que no quería seguir en la Universidad de Murcia, pues el ambiente me agobiaba y necesitaba un cambio de aires.

Elche siempre tuvo un significado muy especial para mí. En mis tiempos de Levantemos el Boxeo, la ciudad ilicitana se convirtió en uno de nuestros bastiones más importantes y tanto Jhon Mesías como yo (Axel Smith) creamos amistades muy importantes.

En un primer momento mi destino estaba más que claro, la universidad elegida era la UMH, una universidad joven, cerca de mi casa y de la que me habían hablado muy bien. Por aquel entonces yo pensaba que en Elche existían dos universidades la UNED y la UMH. Sin embargo, uno de los comentarios de la secretaria de la UMH me hizo visitar las instalaciones de la Universidad CEU Cardenal Herrera. La universidad se encontraba en pleno centro de la ciudad y aunque el edificio no era muy atractivo (obsérvese en la foto) se respiraba un ambiente especial.

Digo se respiraba un ambiente muy especial porque no era para menos, lo primero que vi fue una química total entre alumnos y profesores (en Murcia eso era impensable) y en segundo lugar, unas clases, en las que los alumnos y profesores trabajaban mútuamente en un clima propicio para desempeñar una actividad docente encaminada al éxito tanto de alumnos como de profesores.

No tardé mucho en decidirme y supe que mi carrera terminaría en CEU Elche.

Tras el ajetreo de matriculación, convalidaciones y traslados de expedientes, empezaba mi camino en una Universidad que realmente no tenía nada que ver con Murcia (era mucho más práctica que teórica), los profesores se comportaban con una cordialidad exquisita y los alumnos respondían con creces a esa cordialidad, además, como no había un alumnado muy numeroso el profesor iba orientando a los alumnos en su devenir jurídico. Ese primer año conocí a un profesor muy especial para mí, su nombre, Enrique Centeno, curiosamente de Cieza, un pueblo también muy especial para mí por la gente que habita en él. Enrique supo motivarme en un momento en el que la motivación era muy baja, desde aquí le estaré eternamente agradecido, porque en parte este título de Derecho lleva también su nombre. Su frase: Espero mucho de ti, no me falles.

Durante ese primer año la verdad es que no habíamos muchos alumnos en clase (yo preferí mantenerme en la Licenciatura) y como era un plan a extinguirse (o prácticamente extinguido) no éramos más de 3 ó 4 en clase, este primer año fue bien, aprobé todo lo que tenía que aprobar con muy buenas notas, también conocí a Hugo, Pablo y Ricardo, tres grandes personas y amigos.

El segundo año fue el de consagración como por así decirlo, empezaba otra vez la Universidad y el número de alumnos en nuestra clase aumentó, y con ello y con el tiempo forjamos una pandilla de cañitas y tapitas (Marián, Carlos, Álvaro, Jose, Ainhoa, Ricardo e Irene). La verdad es que durante ese tiempo se convirtieron en personas muy especiales para mí, ya que no éramos una clase, éramos la clase y siempre intentábamos ayudarnos mútuamente en la Universidad siendo el éxito de todos, el éxito propio.

NOTA: Aunque Ricardo e Irene no eran de la licenciatura teníamos una asignatura (Derecho Administrativo) en la que coincidíamos graduados y licenciados y por eso nos conocimos, y así se integraron en nuestro grupo más cercano de amigos.

De mi estancia en la carrera de Derecho éste fue sin ninguna duda mi mejor año, ya que aprobé las asignaturas más difíciles de la carrera y prácticamente dejaba terminada la carrera para rematarla este último año, Marián tuvo culpa de ello porque siempre estaba motivándome para que estudiase y para que no flaqueara, a ella le debo mucho, si no es por ella creo que todavía llevaría colgando Derecho Procesal Civil y Penal.

Este último año la verdad es que fue un cambio total, por fin teníamos clase (juntaron los pocos licenciados de Derecho que quedábamos con los graduados), este año he tenido la suerte de conocer a un profesorado de auténtico lujo por la calidad no sólo de sus clases sino de sus enseñanzas, Juan Benito Cañizares y Adela Aura y Larios de Medrano tienen un sitio muy importante en mi corazón. Juanbe hizo que amase la Filosofía del Derecho y en Adela encontré además de una gran profesora una gran persona que ha estado conmigo hasta el final de este duro y fatigoso viaje.

La verdad es que siendo sincero también conocí a personas que se han convertido en gente muy especial para mí en estos últimos meses y de los que me apena haber tenido relación al final como por ejemplo Ripoll, Jesús Santiago, Aitana, Alnair o Diego. Para nuestro recuerdo quedará ese viaje a Punta Cana, un viaje muy especial para mí y supongo que para ellos también.

Como conclusión final puedo decir que la carrera de Derecho me ha costado mucho, pero que ahora haciendo una mirada con retrospección al pasado, puedo decir que me siento orgulloso de haber terminado una carrera difícil y que me servirá para algo en el futuro (no sé para que, pero para algo jajajajaja).

Ahora se abre una nueva etapa, una etapa diferente que trae como bien dicen los Scorpions unos "aires de cambio"


lunes, 14 de julio de 2014

Cerrando una etapa





Hola Casanovers, escribo una entrada en la que me voy a sincerar con todos vosotros (siempre lo he hecho pero ésta tiene un matiz especial), hoy, después de tantos años, he terminado la carrera de Derecho. Una carrera que nunca me ha gustado especialmente, aún así, con el paso de los años, he visto que tiene una utilidad práctica, así pues, en mi cabeza, el Derecho se configura como un arte marcial como lo puede ser el Judo, el Jiu Jitsu, el Karate o el Taekwondo.

Vengo a decirte ésto porque se trata de una defensa personal, pero de palabra, con el Derecho puedes defenderte en cualquier ámbito si sabes aplicar la Ley a un determinado caso concreto.

Para mí la carrera de Derecho no ha sido fácil, durante unos años estuve a punto de dejarme la carrera seriamente, pero los que me conocéis, sabéis que soy un hombre terco que no se rinde, y me propuse sacarme una carrera que aunque no me gustase y no me sedujese tenía que sacar por diversos motivos.

Con el Derecho he conocido el fracaso, pero también la victoria. El fracaso lo conocí en muchas facetas, horas de sueño, horas de estudio y horas de trabajos que no servían para nada. En ocasiones un examen era todo lo que te quedaba durante ese cuatrimestre y te lo jugabas todo a una carta, lo más frustrante era cuándo la parca llegaba con su guadaña y cercenaba todo lo que quedaba de ese curso en el que tanto había trabajado con un tajo en forma de calabaza.

Pero también he conocido la Victoria, ya que como os he dicho, al final he podido acabar una carrera que se me ha hecho muy larga y muy tediosa, pero que con mucho esfuerzo y mucho sacrificio he podido logar mi titulo de Licenciado en Derecho.

No quiero aburríos demasiado queridos Casanovers, pero se cierra una etapa y me gustaría comentar con vosotros como han sido estos años muy brevemente (me dejaré cosas en el tintero y en el olvido, pero chicos ... sed comprensivos)

Todavía me acuerdo de como llegué a la Universidad de Murcia, mi cara aquel día era un poema, pues me enfrentaba con una realidad difícil y tensa. Aún así hice de tripas corazón y me adentré en las profundidades de esa Universidad que tanto me recordaba a los Maristas (algún día le dedicaré una entrada a Los Maristas), en el primer año no hice demasiado lo reconozco, aún así, estudié bastante y pude sacarme algunas asignaturas importantes, como Derecho Civil, Historia del Derecho y Derecho Constitucional, además de algunas optativas, así que el balance más o menos fue positivo

Recuerdo que ese primer año lo pasé mucho con Jacob, que se convirtió en un compañero inseparable de juergas, de clases y de noches de estudio, pero la gran mayoría de veces o nos fugábamos o nos íbamos a tomar algo en plan mafias (era nuestra expresión). Fue un año regulero, pero no estuvo tan mal, incluso hicimos una pandilla de amiguetes. También compartía momentos entrañables y divertidos con Ferrín, con Carlos y con Saucedo, grandes tipos a los que aprecio bastante.

El segundo año fue un año muy difícil y muy duro para mí, dejé de asistir a clase y estuve a punto de dejarme la carrera, no suelo contar nunca este año como lectivo pues realmente, sólo me matriculé en la Universidad pero no la pisaba, me dediqué más a tocar la guitarra (en guitarra saqué el título de Guitarra elemental con un 10 y llegué a tener hasta tres grupos a la vez) que al propio estudio y al final me pasó mucha factura, ya que desperdicié (aunque ahora lo veo como una etapa en la que realmente hice lo que quise) un año por completo en el que saqué una asignatura y para mí fue uno de los palos más duros de mi vida. Me mermó demasiado tanto psicológicamente como espiritualmente.

Tercero fue para mí un año en el que decidí ponerme en serio, el resultado bastante bueno, viví un año intenso en el que conocí a gente a la que quiero y aprecio muchísimo Abel, Dani García, Juanillo, el Lobero, Guirao, Vicente Ripoll y Fran Ortega se convirtieron en grandes amigos, y todo gracias a Juan que fue quién me introdujo en esa pandilla a la que le debo tantas cosas (después llegaron otras personas como Antonio Aroca o Dani Soriano), también el resultado académico iba dando sus frutos, iba sacando asignaturas de una manera decente.

NOTA: Esta entrada va dedicada a Fran Ortega, uno de esos fervientes seguidores de este pequeño blog.

Aunque ese año de lo que mejor me acuerdo de la calidad del profesorado. Todavía mi mente evoca con mucho cariño las clases de Rosalía Alfonso, una catedrática excepcional que se volcó en mí, cosa que siempre le agradeceré incondicionalmente. Al igual que a un profesor increíble como lo fue D. Antonio Díaz Bautista, que en paz descanse, fueron en momentos difíciles, grandes apoyos para seguir adelante, en parte esta licenciatura se la debo a ellos.

Cuarto fue un año de desfase total, recuerdo que me fui animando a salir los jueves y poco a poco iba poniéndome a estudiar temarios y asignaturas que poco o nada me iban gustando, fue un año de crisis también, pero los jueves me aliviaban y me sentía mejor. No estuvo tan mal pero no cumplí con los objetivos que me marqué.

Quinto era el último año de carrera, a mí aún me quedarían algunos años más, durante ese año sabía que tenía que irme de Murcia, no aguantaba más, la presión era agobiante y de hecho no me sentía ni a gusto ni cómodo en la capital del Segura, poco a poco iba tomando la idea de marcharme de un sitio en el que no me sentía valorado, los motivos eran que la gente se marchaba y yo no tenía ganas de seguir en una universidad que poco o nada me estaba dando, así que tomé una decisión drástica, hoy creo que valiente y sincera conmigo mismo que fue la de emprender una nueva aventura.

En el siguiente capítulo os contaré el final de este viaje, manteneos atentos y muchas gracias como siempre por vuestra atención.


martes, 17 de junio de 2014

El pasado siempre vuelve, o eso dicen ...





Ayer revisaba mi bandeja de correo electrónico y me daba cuenta de como había pasado el tiempo, dicen que el pasado siempre vuelve, yo no creo en el pasado, creo en el presente y en el futuro que todavía está por llegar, pero nuestro pasado es quién nos ha hecho ser quiénes somos.

La gente pierde el tiempo pensando en el pasado, que pudo ser, que no pudo ser. La cuestión principal es que encuentro que hay demasiada gente que se lamenta de no haber hecho cosas en su vida, y eso a mi parecer es triste.

Tu vida la vives tú como quieres, está claro que las situaciones se pueden gestionar de un millón de maneras, pero ... créeme, si vives como quieres la vida te irá de lujo, si te dejas llevar por otra gente, llevarás la vida que otros quieran que lleves.

¿Quieres ser único especial y diferente? ¿O simplemente uno más del redil?

Lo curioso es que cuándo quedas con muchas personas siempre aparece el mismo tema. Oye ... ¿te acuerdas de cuándo? ¿o de cuándo? y llega un punto en el que piensas que la vida es vacía y completamente triste, está claro que los recuerdos nos ayudan a obtener unas bonitas imágenes de lo que hemos hecho con nuestra vida.

Recuerdos buenos, muchos:

Los paseos con mi abuela Jacinta, los tiempos en Los Maristas, las clases de música, pero ... son eso recuerdos y gente, y cosas, y experiencias, que no volverán más.

Con esta entrada no quiero ser negativo, ni mucho menos, y tú estimado lector que si por algo me conoces es porque no soy negativo, sino todo lo contrario. El motivo de ella es que te invito a que disfrutes de cada momento que pases de tu vida. Infórmate, culturízate, ten pasión, haz a las cosas que haces con esa energía que te hace extraordinario.

También existen los recuerdos malos, pero siempre he dicho que nuestra cabeza es muy inteligente, porque todos esos recuerdos los guarda en un pequeño cementerio que tenemos alojado en nuestro cerebro, y que no salen, y que si salen, lo mejor que podemos hacer es dejarlos olvidados en el más remoto de los olvidos.

Aunque no estén siendo días fáciles entre estudios y demás movidas, creo que las cosas poco a poco las voy consiguiendo, me falta un último sprint y por fin podré llevar las riendas de mi vida, la licenciatura de Derecho está a la vuelta de la esquina y es a una cosa a la que le quiero poner punto y final.

Como siempre muchas gracias por leerme queridos Casanovers.

miércoles, 9 de abril de 2014

Adiós infancia, adiós.




Hace tiempo que no escribo por aquí, la verdad es que este año que no he escrito por aquí ha sido un año de muchos cambios muy importantes en mi vida, prácticamente estoy terminando la carrera, mis objetivos los voy consiguiendo poco a poco, y ahora me he convertido en un amante de la buena vida.

Después de más de 3000 visitas (muchas gracias Casanovers por el apoyo), me he visto en la obligación de escribir una entrada un tanto dura para mí.

Como bien sabéis algunos, soy un gran aficionado a la lucha libre americana, o Wrestling, aunque aquí en los años 90 una generación lo llamó Pressing Catch. El motivo de esta entrada es que dos cosas han hecho que toda mi niñez se haya ido a la mierda.

El primer motivo: La pérdida de la racha del "Enterrador" en Wrestlemania 30, fue un duro golpe para mí, un impacto, algo demoledor. Una de las leyendas que más he amado, perdía todo aquello que lo había hecho grande para siempre, su racha de victorias en Wrestlemania. Anodado confuso, entendí que me hacía mayor, que uno de los más grandes es posible que no lo viese más en un ring, para ello queda el recuerdo en Torrevieja cuándo lo vi, con un gran lustre, pelear contra Edge y MVP.

El segundo: La muerte de "The Ultimate warrior" o "El último guerrero" un icono que junto con Hulk Hogan o Macho Man "Randy Savage" hacía que como niño disfrutase como nunca de lo que era el Catch, probablemente tengo mas recuerdos de Macho Man, porque era mi favorito, pero "el baile de San Vito"  siempre quedará en las memorias de muchas personas, como el combate contra Hulk Hogan en Wrestlemania 6.

Con esta entrada de lo que me doy cuenta es de que los grandes ídolos que tenía en mi niñez o están muertos o en su defecto retirados. Eso hoy me hace replantearme lo efímera que es la vida. No sé ... pero hoy no me esperaba una noticia como ésta ... para mí ha sido algo desolador.

Hoy creo que en parte muere algo de mi niñez, pero no mi niño interior. En fin ... como dice una buena amiga, La vida.

Lo bueno es que las generaciones nuevas siempre suplen a las viejas y eso ha de ser algo de lo que uno puede vanagloriarse, la sangre nueva siempre llega con más fuerza y siempre queda lo de atrás que nos hace ver como es nuestro hoy.

¡ADIOS WARRIOR!