lunes, 21 de julio de 2014

Terminando lo empezado




Terminaba mi etapa en Murcia o por lo menos yo así lo percibía, en Julio del año 2011 ya estaba convencido de que no quería seguir en la Universidad de Murcia, pues el ambiente me agobiaba y necesitaba un cambio de aires.

Elche siempre tuvo un significado muy especial para mí. En mis tiempos de Levantemos el Boxeo, la ciudad ilicitana se convirtió en uno de nuestros bastiones más importantes y tanto Jhon Mesías como yo (Axel Smith) creamos amistades muy importantes.

En un primer momento mi destino estaba más que claro, la universidad elegida era la UMH, una universidad joven, cerca de mi casa y de la que me habían hablado muy bien. Por aquel entonces yo pensaba que en Elche existían dos universidades la UNED y la UMH. Sin embargo, uno de los comentarios de la secretaria de la UMH me hizo visitar las instalaciones de la Universidad CEU Cardenal Herrera. La universidad se encontraba en pleno centro de la ciudad y aunque el edificio no era muy atractivo (obsérvese en la foto) se respiraba un ambiente especial.

Digo se respiraba un ambiente muy especial porque no era para menos, lo primero que vi fue una química total entre alumnos y profesores (en Murcia eso era impensable) y en segundo lugar, unas clases, en las que los alumnos y profesores trabajaban mútuamente en un clima propicio para desempeñar una actividad docente encaminada al éxito tanto de alumnos como de profesores.

No tardé mucho en decidirme y supe que mi carrera terminaría en CEU Elche.

Tras el ajetreo de matriculación, convalidaciones y traslados de expedientes, empezaba mi camino en una Universidad que realmente no tenía nada que ver con Murcia (era mucho más práctica que teórica), los profesores se comportaban con una cordialidad exquisita y los alumnos respondían con creces a esa cordialidad, además, como no había un alumnado muy numeroso el profesor iba orientando a los alumnos en su devenir jurídico. Ese primer año conocí a un profesor muy especial para mí, su nombre, Enrique Centeno, curiosamente de Cieza, un pueblo también muy especial para mí por la gente que habita en él. Enrique supo motivarme en un momento en el que la motivación era muy baja, desde aquí le estaré eternamente agradecido, porque en parte este título de Derecho lleva también su nombre. Su frase: Espero mucho de ti, no me falles.

Durante ese primer año la verdad es que no habíamos muchos alumnos en clase (yo preferí mantenerme en la Licenciatura) y como era un plan a extinguirse (o prácticamente extinguido) no éramos más de 3 ó 4 en clase, este primer año fue bien, aprobé todo lo que tenía que aprobar con muy buenas notas, también conocí a Hugo, Pablo y Ricardo, tres grandes personas y amigos.

El segundo año fue el de consagración como por así decirlo, empezaba otra vez la Universidad y el número de alumnos en nuestra clase aumentó, y con ello y con el tiempo forjamos una pandilla de cañitas y tapitas (Marián, Carlos, Álvaro, Jose, Ainhoa, Ricardo e Irene). La verdad es que durante ese tiempo se convirtieron en personas muy especiales para mí, ya que no éramos una clase, éramos la clase y siempre intentábamos ayudarnos mútuamente en la Universidad siendo el éxito de todos, el éxito propio.

NOTA: Aunque Ricardo e Irene no eran de la licenciatura teníamos una asignatura (Derecho Administrativo) en la que coincidíamos graduados y licenciados y por eso nos conocimos, y así se integraron en nuestro grupo más cercano de amigos.

De mi estancia en la carrera de Derecho éste fue sin ninguna duda mi mejor año, ya que aprobé las asignaturas más difíciles de la carrera y prácticamente dejaba terminada la carrera para rematarla este último año, Marián tuvo culpa de ello porque siempre estaba motivándome para que estudiase y para que no flaqueara, a ella le debo mucho, si no es por ella creo que todavía llevaría colgando Derecho Procesal Civil y Penal.

Este último año la verdad es que fue un cambio total, por fin teníamos clase (juntaron los pocos licenciados de Derecho que quedábamos con los graduados), este año he tenido la suerte de conocer a un profesorado de auténtico lujo por la calidad no sólo de sus clases sino de sus enseñanzas, Juan Benito Cañizares y Adela Aura y Larios de Medrano tienen un sitio muy importante en mi corazón. Juanbe hizo que amase la Filosofía del Derecho y en Adela encontré además de una gran profesora una gran persona que ha estado conmigo hasta el final de este duro y fatigoso viaje.

La verdad es que siendo sincero también conocí a personas que se han convertido en gente muy especial para mí en estos últimos meses y de los que me apena haber tenido relación al final como por ejemplo Ripoll, Jesús Santiago, Aitana, Alnair o Diego. Para nuestro recuerdo quedará ese viaje a Punta Cana, un viaje muy especial para mí y supongo que para ellos también.

Como conclusión final puedo decir que la carrera de Derecho me ha costado mucho, pero que ahora haciendo una mirada con retrospección al pasado, puedo decir que me siento orgulloso de haber terminado una carrera difícil y que me servirá para algo en el futuro (no sé para que, pero para algo jajajajaja).

Ahora se abre una nueva etapa, una etapa diferente que trae como bien dicen los Scorpions unos "aires de cambio"


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