sábado, 24 de marzo de 2012

Un aroma



Ayer la tarde de Murcia olía a tu presencia, era un olor característico, de esos que dejan huella, caminaba y deseaba verte en esa marabunta de gente que corre sin alma por un mundo que ellos mismos se han inventado.

Te busqué en mi memoria, en mis pensamientos y en la calle, pero no te vi, vaya desgracia pensé ... miraba gente y me recordaban a ti, ese aire sexy, ese corte que una mujer como tú tiene, pero no te vi ... no apareciste, mi cabeza imaginaba cosas y se transportaba a otro mundo, un mundo espiritual en el que un aroma te transportaba a mí en cuestión de segundos.

Cuándo llegué a mi casa ya era victima de la realidad y del deseo, aunque era consciente de mi realidad, me quedé con el deseo, un deseo que arde ferviente, un deseo mágico que se ha quedado en eso, y desear no es malo, pero tener es mejor siempre que desear.

La próxima vez que salga, volveré a recordar ese olor, y vendrás otra vez a mi mente, absorviéndola, absorviendo mi voluntad, mi razocinio y mi corazón para dar rienda suelta a una pasión que no conoce límites.

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